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lunes, 1 de diciembre de 2014

RITUALES


DAR HONOR A NUESTROS SERES QUERIDOS

Por Diana Rico
Los rituales han existido en todas las sociedades, modernas y antiguas.

Serrano (2012) señala que en cualquier sociedad humana, la mayor parte de las actividades rituales –procesos estandarizados de comportamientos sociales- se encuentran al servicio de complejas ideas simbólicas. De manera voluntaria, las instituciones o las personas se sirven de ellas por su claridad a la hora de definir las relaciones sociales más abstractas y de inculcar ciertos hábitos de pensamiento y de acción.

Van der Hart (1983) definió los rituales como “actos simbólicos prescritos que deben ejecutarse de un modo determinado y en cierto orden, y pueden o no estar acompañados por fórmulas verbales.” Además de los aspectos formales, debe distinguirse un aspecto de los rituales relacionado con la experiencia. Hay rituales que se ejecutan toda la vida de los participantes; otros, por el contrario, se ejecutan sólo una vez, pero pueden realizarlos nuevamente otras personas. Van der Hart analizó también la importancia de las partes abiertas y cerradas del ritual. Las partes abiertas proporcionan la suficiente flexibilidad como para que los participantes puedan dotar a la experiencia de su propio significado evolutivo e idioscincrático. Las partes cerradas proporcionan la suficiente estructura como para dar seguridad a fuertes componentes emocionales, transmitir importante información cultural nueva y dar forma a las acciones.

El ritual puede mantener simultáneamente la dualidad entre estabilidad y cambio, al mismo tiempo que vincula marcos temporales, da forma a la coordinación social y capta significados más allá de las palabras. El ritual combina el acto y la creencia. Los acontecimientos se incorporan no porque se habla de ellos sino porque se los experimenta: un mundo en el que el hacer y creer están interconectados. (Roberts, 1997).

Un ritual es una secuencia específica de actos que puntúan o promueven un cambio en la vida de un individuo, una pareja, una familia, o un grupo social. En los ritos terapéuticos que se construyen, un ritual tiene un inicio, una estructura y una secuencia de acciones organizada alrededor de un tema; frecuentemente se desempeña repetidamente. Puede marcar el final de una fase de la vida y el inicio de la siguiente, o puede involucrar un cambio, la resolución de un problema o la sanación de una herida.


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